Las paredes de ladrillo visto son siempre una apuesta segura en decoración, pues son atemporales y se adaptan perfectamente a ambientes modernos, tradicionales o eclécticos, aportando mucha personalidad a cualquier estancia.
Las paredes de ladrillo visto son siempre una apuesta segura en decoración, pues son atemporales y se adaptan perfectamente a ambientes modernos, tradicionales o eclécticos, aportando mucha personalidad a cualquier estancia.
Nunca antes estuvieron tan de moda las casas de pueblo o rurales. Si algo tienen estas casas es que siempre resultan perfectas como refugio los fines de semana o los periodos vacacionales. Si tiene la suerte de haber heredado una vivienda de este tipo o se ha decidido a comprar y rehabilitar una para convertirla en su refugio particular, en este artículo vamos a facilitarle una serie de ideas para decorar una casa de pueblo.
Naturales y confortables, algo en lo que influyen tanto los elementos arquitectónicos como los materiales utilizados en el interiorismo, la decoración de este tipo de casas de pueblo recurre habitualmente a la madera, la piedra, el barro y los tejidos naturales para caldear todas las estancias. Pero también existen opciones menos clásicas si lo desea.
Los materiales más habituales en una casa de pueblo suelen ser el ladrillo visto, la piedra, las vigas de madera y las bovedillas. Tanto en las paredes como en los techos, estos materiales crean una atmósfera muy especial, por ello le recomendamos que los convierta en protagonistas de su casa de campo, al igual que las puertas, ventanas y contraventanas de madera.
Algo que suele caracterizar también a las casas de pueblo es la luminosidad.
Deje que se cuele la luz natural por las ventanas y disfrute de esa maravillosa sensación. En el campo la luz tiene más intensidad y hay que aprovecharla. Para ello le recomendamos que evite las cortinas fabricadas en tejidos pesados y opte, en todo caso, por visillos ligeros.
Dedique tiempo a revisar la iluminación artificial, que le aconsejamos sea tenue y baja para los momentos de relajación, aunque siempre conviene tener luminarias generales, que permitan llevar a cabo otras tareas con la iluminación apropiada. En lo referente a colores y tejidos, en una casa de campo de características rurales deberían primar los colores naturales, tanto en las telas (lana, algodón, lino) como en las tonalidades.
En este entorno decorativo encajan muy bien los muebles antiguos de madera pintados en colores pastel. De igual manera, el blanco o la madera lavada le ayudarán a conseguir una sensación de limpieza y tranquilidad.
A esa base neutra puede añadirle, claro está, pinceladas de colores, especialmente en los estampados (flores, rayas y motivos animales y botánicos). Y, por supuesto, si hay un imprescindible en una casa de campo es una chimenea, ideal para caldear las tardes más frías.
Si busca que su casa de pueblo tenga un toque rural pero muy fresco a la vez, a la hora de decorar escoja muebles muy funcionales, a poder ser de madera y con un acabado en blanco. Fundamental una buena mesa, robusta y grande para albergar las comidas y cenas de toda la familia.
Para darle un toque menos clásico al conjunto pruebe a combinar sillas clásica pero de diferentes diseños, un guiño original en el comedor que no dejará indiferente a nadie. Especial atención hay que prestar a la cocina, un espacio que en las casas de pueblo suele ser amplio y muy importante.
Decántese por muebles en madera o de obra donde se encastren los electrodomésticos. Cuando el espacio de almacén lo permita, le aconsejamos prescindir de módulos altos y sustituirlos por vitrinas o baldas. Para darle un toque muy rural, complete la decoración con piezas de menaje y ollas antiguas.
El efecto le encantará. En cuanto al dormitorio, la clave para decorar esta estancia en una casa de pueblo es la sencillez. Pocos muebles son suficientes: la cama, las mesillas, el armario y como extras una cómoda, un perchero o un banco. Para un efecto de serenidad y naturalidad, le recomendamos que recurra a tonos neutros en las paredes, sin abusar en la decoración de las mismas, optando por alfombras mullidas o de pelo que darán calidez a los suelos, que generalmente suelen estar construidos con materiales fríos.
En el baño, si puede, recurra de nuevo a los muebles de obra, dando especial protagonismo a elementos estructurales como bovedillas, piedra o ventanas antiguas si las hubiera. Aporte el toque rústico en los revestimientos y combínelo con sanitarios y griferías actuales. Para decorar cualquier estancia, pruebe a recuperar elementos relacionados con la vida en el campo: aperos de labranza, sombreros, botijos, platos de cerámica, etc. y conviértalos en objetos decorativos.
Una plancha de hierro, un antiguo candil, etc. quedarán perfectos en un rincón en el suelo o sobre una mesa con otros complementos decorativos más actuales. Si busca una decoración menos clásica para su casa de pueblo, le recomendamos que pruebe a incorporar el color azul y blanco en todas las estancias, junto con un mobiliario de madera de estilo cottage.
En el comedor opte por mobiliario más moderno, como sillas de diseño o transparentes y una mesa blanca lacada en brillo, para así restar peso visual del resto de mobiliario de madera. Los estampados en tonos azulados darán un toque de frescura a cualquier habitación.
En espacios como el baño juegue a incorporar tejidos rayados de colores básicos para darle un punto de vestuario playero. Para la mesa, manteles de flores tropicales que le acerquen a las playas más exóticas. Otra opción a la hora de darle a su casa de pueblo un aire de modernidad es incorporar elementos que actualicen su estética, como tonos dorados, sprays de graffiti, metacrilato e imitaciones de cabezas de animales realizados con materiales como el peluche o el cartón.
Si además logra integrar elementos en tonos flúor, muy de moda, conseguirá una nota cosmopolita genial. Un consejo que no falla: recurra a bombillas LED de apariencia retro, que le darán a su casa de pueblo una luz genial y una estética imponente. Para finalizar, no podemos terminar este artículo se dedicar un apartado a la zona exterior de la casa de pueblo.
En este espacio, la naturaleza decora por sí misma, pero si añade mobiliario es importante que sea resistente. Acote una zona de estar con algo de sombra, un suelo diferente o una alfombra de exterior. Coloque farolillos y muchas flores. Muebles de fibra o de forja para su porche o techado.
En lo referente a los textiles y accesorios, recurra a abundantes cojines, almohadones y colchonetas para que el mobiliario de exterior resulte confortable. Seguro que pasará horas contemplando el entorno y disfrutando del aire puro.
Si tiene usted la suerte de disponer de una casa de campo en la que escapar del estrés de la ciudad y está pensando en darle un lavado de cara, esperamos que las ideas que le hemos proporcionado en este artículo le sirvan de inspiración. Para cualquier proyecto decorativo puede visitar nuestra página web (www.lacasadepinturas.com) y adquirir lo que necesite vía on-line de forma fácil, sencilla y segura.
Uno de los estilos decorativos más antiguos es el estilo rústico, que se suele utilizar sobre todo en casas de campo, grandes masías, haciendas o caserones. El objetivo del estilo rústico es lograr un ambiente relajado, cálido y tradicional, que gire en torno a la naturaleza. Dentro de este estilo se pueden distinguir varias tendencias (mediterránea, colonial, country, etc.), pero todas comparten la base del ambiente rústico: la tranquilidad y la armonía con la naturaleza. Es un estilo muy usado en zonas frías del mundo porque la madera recoge el calor de las chimeneas mejor que cualquier otro material.
Para conseguir un auténtico estilo rústico en su hogar, lo primero que ha de tener en cuenta es que los muebles suelen ser de madera, sobre todo, de madera de pino, muy utilizada pues proporciona solidez y fuerza. Para conseguir un aire rústico de verdad, hay que huir de los muebles prefabricados y recurrir a los muebles artesanales, que desprendan calidez. Y aunque la madera es una de las grandes protagonistas de este estilo decorativo, esto no quiere decir que todos los muebles deban ser de este material, pero sí la pieza central de la decoración, ya sea una mesa, una cama o un sofá, debe ser de madera. También puede optar por usar materiales que imiten a la madera para la decoración de espacios rústicos, mucho más económicos que la madera y más fáciles de instalar.
Por ejemplo, si instalar vigas de madera en el techo, muy características en este estilo, se sale de su presupuesto, puede optar por versiones de imitación que suelen estar tan bien hechas que no se distinguen en muchas ocasiones de la madera original. Otro tipo de materiales que encajan a la perfección con lo rústico son el barro, la piedra y la forja para cabeceros, lámparas, escaleras, etc. En cuanto al resto del mobiliario, en el estilo rústico no suelen faltar las mesas auxiliares de cajones y las alacenas de madera con puertas de cristal, aunque la chimenea es, sin duda, la gran protagonista.
La mayoría de salas decoradas con este estilo suelen distribuirse alrededor de una chimenea. Por otro lado, los elementos decorativos que suelen ser típicos de esta decoración son costumbristas y típicos de la vida del campo, como cubos de metal, candelabros, faroles, jarrones de barro, etc. Busque en tiendas de segunda mano accesorios como antiguas herramientas de labranza, lecheras de metal, relojes, floreros y otros objetos que contribuyan a crear un ambiente con sabor a pasado y acogedor. En cuanto a los textiles, opte por usar mantas de retazos, alfombras mullidas con representaciones de animales y casi cualquier cosa con un look sencillo y que recuerde al campo. Y decántese por las fibras naturales como el hilo, el algodón, o el lino para cortinas, manteles, sábanas, toallas, etc. Por supuesto, no pueden faltar las plantas y flores frescas, que servirán para adornar mesas, ventanas, muebles y rincones.
Las paredes de piedra vista son típicas del estilo rústico, aunque también puede tapizar las paredes con papel con figuras y troqueles de plantas o con telas delgadas y especiales para que el espacio resulte acogedor. Es cuestión de que no quede muy sobrecargado con la decoración o el piso. Aunque las paredes blancas con pequeños accesorios de campos, como cuadros sencillos, también vienen muy bien. Si se decanta por paredes pintadas, deberá tener en cuenta que el estilo rustico busca mimetizar las estancias con la naturaleza, por lo que los colores café, tierras, grises y otros neutrales, como ocres presentes en los ambientes naturales, son muy indicados. Como siempre, cuide que los colores de las paredes, muebles, accesorios y suelos se complementen entre sí.
La cocina es un lugar muy importante en las casas de pueblo, pues no sólo es el lugar en el que se cocina, sino que además suele estar presidida por una gran, y pesada, mesa de madera alrededor de la que se reúne la familia a charlar mientras degusta algún producto casero. Si no dispone de ninguna mesa de este tipo, siempre que pueda recurra a tiendas de segunda mano y adquiera alguna antigua, que proporcione a la cocina un estilo con un toque más tradicional.
Los colores característicos para la decoración de cocinas de estilo rústico son los tonos cálidos y neutros, colores de la naturaleza como diferentes tonos marrones, que pueden ser color arena, color tierra, etc. También es común el color beige, que pueden combinarse con pequeños toques de colores más vivos y fuertes, como el rojo, el verde o el azul, en pequeños detalles o elementos decorativos. Eso sí, no hay que decorar en abundancia las cocinas de estilo rústico, ya que tendrían un aspecto recargado y cansarían visualmente. En referencia a la iluminación, es aconsejable el uso de luces en tonos amarillos, para dar un toque de calidez a la estancia, intentando siempre que en la habitación en cuestión predomine una sensación de tranquilidad.
Si tiene una casa pequeña y no quiere renunciar al estilo rústico, vamos a darle algunas pautas decorativas que pueden ser de su interés. Para comenzar, le aconsejamos colocar los muebles justos, pero muy bien escogidos, para conseguir un espacio lo más diáfano posible. Opte por reciclar mobiliario antiguo o por comprar piezas de madera clara y resistente. En las paredes decántese por colores neutros muy luminosos, que amplíen visualmente el espacio. Si no quiere renunciar a la piedra vista, úsela sólo en una pared. En referencia a los textiles, recurra a estampados florales y combínelos con cortinas antiguas de algodón en colores suaves como, por ejemplo, el rosa y el azul. Cubra la mesa del comedor con manteles de colores brillantes antiguos que tengan frutas y diseños florales.
Remate la decoración con floreros antiguos de cristal con flores recién cortadas. Puede, por ejemplo, colocar floreros de vidrio y cristal soplado a mano en tonos pastel y colocar rosas recién cortadas o flores silvestres para un ambiente puramente campestre. Con estos consejos, por muy pequeña que sea su casa conseguirá darle un aire típicamente rústico aunque no pueda incluir piezas básicas de este estilo, como las vigas de madera o la chimenea.
Esperamos que la información de este artículo le sirva para conseguir un hogar con sabor a campo para disfrutar de los días más fríos del año. En La Casa de Pinturas tiene a su disposición pinturas, herramientas y productos especiales para tratar la madera que, a buen seguro, necesitará para llevar a cabo con éxito cualquier proyecto decorativo, sea el que sea. Visite nuestra página web (www.lacasadepinturas.com) y adquiera online, de forma rápida y segura, todo lo que necesite. Los gastos de envío son gratis por compras superiores a 100 euros, y recibirá todo lo que necesita en 24 o 48 horas con nuestro método de envío express. No lo dude, recurra a La Casa de Pinturas, su tienda online de pinturas y bricolaje.