Elementos de la decoración provenzal.
El estilo provenzal nació en el campo, por ello muchos de los elementos que hacen tan especial este tipo de decoración provienen del estilo rústico: vigas de madera, paredes con acabados en yeso o estuco y suelos con baldosas de terracota. Pero, de igual manera, este tipo de decoración también tiene mucho del estilo clásico francés y de sus aires barrocos.
No en vano las primeras casas de campo provenzales se servían de los elegantes muebles de la ciudad venidos a menos. De ahí que algunos elementos de este estilo se hayan mantenido, como es el caso de los muebles ostentosos, los cajones tallados, las líneas curvas y hasta algún que otro detalle dorado. Eso sí, a estos muebles se les quitaba el lujo pintándolos de blanco con acabados desgastados, eliminando los tonos oscuros y pesados, tan del gusto de la moda barroca francesa.
En cuanto a los colores característicos del estilo provenzal, además del blanco, si hay una tonalidad estrella es la gama de los colores tierra. Los interiores provenzales están repletos de beige, ocre y otros colores crudos, que son tonos que aportan calidez a las estancias y ayudan a crear un ambiente rural acogedor. Sin embargo, el estilo provenzal no se queda solo en la paleta de los colores tierra.
Al contrario, se trata de una decoración alegre, donde entre todos los colores predominan fundamentalmente dos: el morado y el verde. La respuesta, una vez más, la tenemos en el paisaje de la Provenza y en los campos de lavanda que tan famosa han hecho a esta región francesa. Asimismo, los textiles suelen ser también los que aporten el toque alegre y luminoso a través del uso de detalles florales de todo tipo, desde brillantes y grandes flores de colores llamativos, hasta dibujos más sutiles e incluso rayas. Eso sí, independientemente de cuál sea el estampado de los textiles, el estilo provenzal se decanta por telas sencillas como algodón o lino, quedando descartados los tejidos pesados y las telas lujosas como el terciopelo o la seda.